Los ETFs, la invención disruptiva para invertir
- Gerardo Lozada
- 16 nov 2022
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 7 mar 2023
Cuando se habla de inversión, es común encontrarse con el dilema de cuáles serán los instrumentos adecuados y a quién confiarle el capital. Existen dos retos principales a los que se enfrenta todo inversor: En primer lugar, la necesidad de diversificar las inversiones, de manera que los riesgos se reduzcan cuando una inversión o sector particular no se desempeña de la forma esperada; y luego, la dificultad de identificar las oportunidades correctas dentro de un mundo de inversiones diversas, donde la información abunda y es difícil de filtrar.

Por esta razón, surge alrededor de 1990 un instrumento llamado ETF. Los ETF se pueden adquirir y operar de la misma forma que las acciones u otros valores, pero con la versatilidad de agrupar múltiples activos, reduciendo de esta forma la volatilidad y el riesgo, mientras ofrecen de forma implícita la diversificación y gestión óptima del portafolio.
Contar con ETFs en el portafolio permite al trader o inversor tomar una orientación de largo plazo, mientras aplica técnicas de crecimiento para aumentar el rendimiento del portafolio, como es el caso de venta de opciones, respaldadas por acciones (covered call), que aumentarían el retorno y acompañaría a los dividendos que paga el ETF.
¿Qué es un EFT?
Un fondo de inversión cotizado (Exchange Traded Fund, ETF por sus siglas en inglés) es un tipo de instrumento que agrupa diferentes activos, como acciones, y busca replicar un índice subyacente. Los ETF incluyen la inversión en distintos sectores industriales y combinan el uso de estrategias de inversión.
Los ETF presentan muchas similitudes con los fondos mutuales, pero con la versatilidad de que cotizan en bolsas, como se mencionó anteriormente, y se negocian a lo largo del día, al igual que las acciones ordinarias. De forma contraria, los fondos mutuos no se cotizan en bolsa y se negocian solo una vez al día después del cierre de los mercados. Es importante resaltar que los ETF tienden a ser más rentables y líquidos que los fondos mutuos, pues son accesibles de forma más versátil y gestionan activamente sus inversiones para mejorar su rendimiento.
Tipos de ETF y su diversificación
Los ETF pueden contener gran diversidad de inversiones, que incluyen acciones, materias primas, bonos o una combinación de estas, por lo que garantizan la diversificación. Para lograr esta diversificación, un ETF puede poseer cientos o miles de acciones en varias industrias. Sin embargo, ciertos ETF se centran en una industria o sector en particular. La diversificación de los ETF puede incluir su extensión en diferentes geografías, pues algunos fondos se centran solo en ofertas estadounidenses, mientras que otros tienen una perspectiva global o de mercados en particular.
Hay varios tipos de ETF disponibles, que pueden utilizarse para la generación de ingresos, la especulación, la diversificación y para cubrir o compensar parcialmente el riesgo en el portafolio de un inversor. Por ejemplo:
Los ETFs que replican una industria en particular, como la tecnología, la banca o el sector del petróleo y el gas;
Los ETFs de bonos pueden incluir bonos del gobierno, bonos corporativos y bonos estatales y locales, llamados bonos municipales;
Los ETFs de divisas invierten en divisas extranjeras como el euro o el dólar canadiense;
Los ETFs de materias primas invierten en petróleo crudo, metales, madera, granos y cereales, oro, entre otros; Los ETFs inversos obtienen ganancias cuando el valor de los activos subyacentes pierde valor;
Los ETFs apalancados que se mueven con el mercado, pero a tasa más acelerada.
En el gráfico que se presenta a continuación se muestra se presenta una comparación entre el desempeño de uno de los ETF del S&P500 (el SPY), un ETF apalancado (SPXL) y el ETF inverso (SPXS):

Los ETF más populares del mercado
A continuación, se muestran ejemplos de ETF populares en el mercado actual. Algunos ETFs replican un Índice de acciones que crean un portafolio amplio, mientras que otros están orientados a industrias específicas.
SPDR S&P 500 (SPY): El ETF más antiguo y conocido, replica el índice S&P 500;
iShares Russell 2000 (IWM): Sigue el Índice de las empresas de baja capitalización de mercado Russell 2000;
Invesco QQQ (QQQ): Indexa el Nasdaq 100, que contiene acciones de tecnología;
SPDR Dow Jones Industrial Average (DIA): Replica el Dow Jones Industrial Average;
ETF sectoriales: petróleo (OIH), energía (XLE), servicios financieros (XLF), REIT (IYR), Biotecnología (BBH);
ETF de materias primas: petróleo crudo (USO) y el gas natural (UNG);
ETF con respaldo físico: Las acciones SPDR Gold (GLD) y el iShares Silvera Trust (SLV) soportan su desempeño con reservas de los materiales preciosos que los respaldan (lingotes de oro y plata, por ejemplo).
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